Suelo
escribir para desarrollar temas comunes a todas las personas sin que sean de
una gran profundidad, pero les propongo otro tipo de escritos que ustedes dirán
si les gusta o no.
Hoy
vamos a diseccionar una faceta del comportamiento humano que les resultará
bastante cercana. Hay un modo de engaño en el que pocos suelen reparar pero si
todos suelen realizar. Ejemplifico para más fácil entendimiento: le prestas
dinero a un amigo pero este no te lo devuelve si no se lo pides, e incluso
puede que retrase el reembolso con intención de no realizarlo nunca.
En la mayoría
de casos comparar con los animales u otros homínidos del pasado no es factible,
pero el engaño y la mentira es una conducta de carácter evolutivo. En la
naturaleza todo se monta en torno a un puñado de premisas que parten de
silogismos claros.
Reproducirse
es el origen de toda la etología animal para lo cual necesita ahorrar energía.
En el humano por su carácter inteligente y su organización social la reproducción
queda relegada a un segundo lugar de modo que la prevalencia del ahorro de esfuerzo
y la optimización de sus procesos es lo que domina sus actos.
Sentadas
las bases ya podemos enlazar conductas de ahorro energético. El recurso energético
del humano no es la comida sino el dinero que intercambia por la comida o el
ocio que actúa como sustituto de la cópula. Por lo tanto lo que el humano desea una vez
consigue comida y ocio es retener la energía ingerida con la comida e intentar
conseguir el mejor ocio posible. Si consiguen seguir esta lógica entenderán que
ahorrar dinero y energía es algo que el humano no pude evitar al ser el
heredero de unos genes que poseen intrincadas estos comportamientos.
La
creación de un grupo social es un ahorro energético, es obvio que una sola
persona no podría conseguir comida a la vez que fabrica electrodomésticos y
viaja en un barco y por ende no tendría nada de esto. Entonces si ser altruista
por beneficio social y por lo tanto propio es bueno robar sería malo. Hablando
desde la genética el humano generalmente ha de ser altruista pues si todos
robasen nadie produciría y ninguno saldría ganando al igual que si animales
migran para dejar que el suelo regenere la vegetación tuviesen individuos que
no lo hacen no serviría de nada y morirían de hambre.
¿Por qué
entonces el humano miente y engaña? En primer lugar en la naturaleza no existe
el engaño como lo conocemos. Pero cuando hablamos del humano rápidamente vemos
que necesita leyes para restringir ideas antisociales, y es que el humano con
la inteligencia gana mucho, pero pierde toda la lógica natural del instinto. Los
animales compiten por perfeccionar las cualidades que hacen a su especie estar
bien adaptada, es muy improbable que un león débil domine un grupo de hembras
porque no puede competir con un macho fuerte, tampoco veremos animales emular
mejores cualidades de las que tienen porque si es un engaño su descendencia
heredara el engaño y la mala cualidad hasta ser un individuo muy mal adaptado
excepto para el engaño lo cual no evitara su extinción. El humano no tiene que
competir pues los recursos en general se consiguen fácilmente con horas de
trabajo o hace diez mil años yendo a cazar y recolectar, y es por esto que aunque
él no lo sepa engañar no es un error mortal para su prole. Aparentar ser mejor
macho frente a la mujer por cualquier método es una buena solución si no eres
capaz de cazar un mamut, y además en esa época la promiscuidad era algo común y
útil para incrementar la variabilidad genética (Origen de la infidelidad en los
genes que otro día comentaremos). También vamos a intentar estar bien nutridos
intentando siempre coger más comida que el resto, y si para ello recurrimos a
engaños resulta que le damos una utilidad real a esta cualidad.
Vemos
que engañar es una adaptación tan útil como ser hábil para la supervivencia básica,
actualmente decir ``mira allí´´ y sustraerle comida a un amigo es algo común como
broma.
Lo
curioso es que dentro de la misma especie y población actuaríamos como el
modelo depredador-presa en el que cuando los depredadores se reproducen mucho
cazan mas presas y estas disminuyen su número lo cual hace disminuir el número
de depredadores y aumentar el de presas formando un ciclo.
Entonces
¿Por qué no sucede esto? Sería peligroso para una especie funcionar de este
modo porque los depredadores (Engañan) siempre estarían junto a las presas (Honestos)
y no habría manera de que los honestos con mejor carga genética para las tareas
de supervivencia aumentasen sin que los que engañan lo hagan a la par. Por lo
tanto al ser individuos de la misma especie que cruzan material genético y al
ser fácil para el que engaña conseguir hembra con engaños sucede que todos los
humanos son híbridos de honestos y mentirosos.
Zanjado
el caso se comprueba que el humano trabaja honesto por un buen funcionamiento
social pero al mismo tiempo subyace la competencia a base de engaños en la que
se intenta adquirir ventajas. Para que los mejor capacitados para el engaño no
afecten gravemente al mundo honesto existen leyes y normas de convivencia. En
una caverna cuando un gran estafador es detectado fácilmente se le excluye o
mata impidiendo que obtenga prole lo cual directamente reduce carga genética de
mentiroso en la población y sobre todo nuevos genes perfeccionados para el
engaño.
Actualmente
el balance persiste y se hace muy visible en estos tiempos. El enchufe en
puestos de trabajo, estafas económicas, o leyes para beneficios de sectores son
engaños a gran escala por debajo de lo honesto de trabajar. A pequeña escala
como dije desde un principio no devolver dinero es un engaño no importante pero
que demuestra la esencia y el peso de los genes que portamos, aprovecharse del
seguro al mismo tiempo que los seguros se aprovechan de nosotros, intentar
trabajar menos, culpar a otros, y embellecer nuestros actos y nuestra persona
son algunos ejemplos. Está claro que la sociedad humana funciona así y es
sumamente hipócrita y triste la vida que llevamos por este sencillo motivo
entre otros.
Espero
que les resulte esclarecedor, o como siempre digo les haga reflexionar por un
momento al respecto, porque tan solo conociéndonos podemos mejorarnos y
evitarnos. Gracias por su lectura. Si les gustó háganlo saber.
Esto me hace pensar. Muy bueno, sigue así.
ResponderEliminarExcelente, lo leí todo
ResponderEliminarExcelente! lo tendre guardado y lo profundizaré...
ResponderEliminarHace un tiempo escribi una nota relacionada a este comportamiento. En ese entonces era bastante arrogante y quizás escribia demasiado, pero el post se llama "el placer de un tramposo es vivir entre mentiras"
La persona que va a un examen, con la idea de pasar copiándose:
1. Está predispuesto a intentar todo para copiarse.
2. Al no prepararse, las únicas opciones que tiene es: Copiar o sacar cero.
3. Combatirá con aquellos que no le permitan llegar a su objetivo (copiarse y pasar el examen) .
Y así:1. Los que intenten hacerlo entrar en razón, no podrán y por lo tanto lo dejan ir, o este sujeto tramposo querrá convencerlo de que es la única forma de sacar la nota, es copiandose (otra mentira).
2. los que reconocen que es obtuso le mentirán apoyándolos (evitando perder el tiempo).
3.La nota que saca es una mentira (no le ayudara para problemas futuros que requieran de esta buena comprensión)
Tan si fuera poco, la satisfacción que siente es una mentira...
Sera inteligente si reconoce su error, es sincero con el profesor y este le puede dar una oportunidad para intentarlo de nuevo (pero lo justo es no intentar hacer trampa)
Me gustó el artículo, excelente!
ResponderEliminarMi opinion es que engañamos porque vivimos en una sociedad que nos engaña y nos enseña a engañar, me gustaría saber donde se produce el engaño (en que parte del cerebro, etc) para no "cagarla" tanto. Pero sé porque engañamos, pensamos que existen caminos fáciles para "la felicidad" y ganar mucho dinero y ser reconocido, como si de eso se tratase la vida.
Mi pregunta es: ¿es posible "combatir" el engaño como de un mal se tratase o habría que adaptarlo para convertirlo en un beneficio para la sociedad?
Un saludo fripozo!