Todo lo
dicho es más que evidente desde cualquier perspectiva de manera que lo más
correcto sería no hacer nada para ayudar a los desfavorecidos y destinar ese
esfuerzo e interés en entorpecer a las empresas y países que nos someten ya sea
aquí o en Pobrevilla.
Si tu
das de comer al que es esclavizado para que saque X material en Etiopía lo que
haces es pagarle lo que las empresas no le pagan, y por lo tanto hacerles ganar
más dinero. Lo que hay que hacer no es pagarles lo que las empresas no le pagan
sino hacer que les paguen de una puñetera vez.
¿Qué esto
encarecería la vida en los que nos beneficiamos? Claro que sí, pero en cierto
modo no. Lo que encarece la vida es el sistema económico liberal.
La
cuestión es que el mundo va más rápido de lo que sosteniblemente puede y con un
avance orientado únicamente a los más ricos. También es culpa de la masa tonta
que formamos todos los humanos al completo. El consumismo que se nos inculca y
que tan normal vemos es el motor de esta infame porquería de sistema. Siempre
queremos lo más nuevo y mejorado.
Si redujésemos
la velocidad de desarrollo viviríamos mucho mejor saldría una generación de
videoconsolas cada 10 años y no cada 5, y no creo que nadie se queje, al igual
que nadie se queja de que no salga la nueva generación cada año. Si acabamos
con la obsolescencia programada mucho menos costaría la vida.
En definitiva, o
se cambia el sistema o se reduce el avance. En este último caso el avance sería
sostenible, para todos, y generaría un avance más rápido que el actual en los
sectores que de verdad importan. De poco sirve inventar la montaña rusa más
alta del mundo, televisores 4D de 40
pulgadas y 3 penes, o un barco llamado Titanic. Una vez todos tengamos mejor
sanidad, menos horas de trabajo y un igual acceso al ocio no estaremos en un
mundo perfecto pero si más feliz que en la actualidad.
Lo
dicho.
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